La isla más grande de Tailandia, siendo su principal destino turístico de sol y playa, fue nuestro primer contacto con la asombrosa cultura asiática. Una cultura con la que vivirás sensaciones únicas, que te impactará por su espiritualidad y la amabilidad de su gente.
La decisión de elegir Phuket como destino de arribo a Tailandia (ya que cuenta con aeropuerto internacional), fue en primera medida por el deseo de comenzar a recorrer el sur del país y sus zonas de playa, durante el comienzo de nuestro viaje. Dejando el norte y la capital, como último destino, maximizando así los días que teníamos previstos en nuestro plan de viaje.
Phuket posee 50 km de largo y está situada en el Mar de Andamán. Ofreciendo mucha variedad de zonas, desde las más desarrolladas con diversidad de opciones para el ocio hasta zonas donde predomina únicamente la naturaleza.
Las mejores playas de la isla se encuentran en la zona oeste, como Mai Khao, Patong Beach, Karon Beach y Kata Beach.
Que puedes hacer en Phuket? De todo lo que se te ocurra, ya que, como el primer sitio asiático que elegimos pisar, todo lo que veíamos no dejaba de sorprendernos.
Por ejemplo, llegar hasta la cima del monte Nakkerd, nos permitió tener una vista panorámica de 360° de Phuket, y estar en contacto con nuestro primer Buda. El Gran Buda, que se trata ni más ni menos, que una escultura esculpida en mármol blanco con más de 45 metros de altura.

   

Recorriendo Phuket Town, estarás pisando suelo de la capital de Phuket, y veras su casco antiguo con arquitectura de influencia portuguesa con pinceladas chinas. Posee un mercadillo nocturno, con buenos restaurantes, bares con música en vivo y atractivas cafeterías, galerías de arte y tienditas con artesanías.
Andar por Patong Beach disfrutando de sus hermosas playas será una maravilla, pero adentrarte durante la noche en Bangla Road será algo que jamás imaginabas conocer. La vida nocturna en esta calle, es algo que nunca vimos y no dejó de sorprendernos; por la convivencia de gente joven, adultos de avanzada edad y parejas con niños compartiendo con diversión el mismo lugar.

   

La calle está repleta de restaurantes, puestos de comidas callejeras, bares, tiendas, discotecas y muchos clubes nocturnos, con oferta de diversión para adultos.