Contábamos con 24 días para cumplir con nuestro deseo: descubrir parte de la Riviera Maya y tantos destinos de playa del caribe mexicano, que por su cercanía se nos hiciera posible. Tal y como habíamos proyectado en nuestro plan de viaje.

Y para ello elegimos como punto de llegada de nuestro vuelo la ciudad de Cancún. Ubicada en la península de Yucatán, rodeada del mar Caribe y  conocida por sus playas, los numerosos centros turísticos y la vida nocturna.

La descubrimos en sus dos versiones, el área del centro más tradicional y la Zona Hotelera, la franja costera con hoteles altos con modalidad all inclusive, clubes nocturnos, tiendas y restaurantes.

Realmente debemos darle la derecha a quienes describen el llamativo color de sus aguas, ya que las diferentes tonalidades entre azules y turquesas de su mar, son verdaderamente impactantes.

Cancún tiene 22 kilómetros de playas, y podrás elegir entre las que se encuentran por la zona hotelera, o si te hospedas en el centro de la ciudad, tal como lo hicimos nosotros, podrás optar por cualquiera de las playas públicas que están abiertas para la gente local como para los turistas: Las Perlas, Playa Langosta, Playa Tortugas, Playa Caracol, Playa Gaviota Azul, Chac Mool, Marlín, Delfines, Coral o El Niño.

Movilizarnos en transporte público nos permitió recorrerla con total libertad, y fue suficiente como para convencernos de que una estancia de cuatro días ya bastaba para seguir en búsqueda de nuevos destinos, que seguramente serían sorprendentes.