Santa Clara del Mar, Buenos Aires, Argentina:

Los domingos de otoño por nuestros pagos nos producen una especie de nostalgia. Son fríos pero no tan fríos, nos invaden las calles con su soledad pero no de una manera desértica, hacen percibir su calma pero sin producirse un silencio total. Invitan a la comodidad del hogar pero también a salir en busca de las postales más cálidas, al paseo junto al equipo de mate y al registro visual de aquellas cosas que, vistas una y otra vez,  nunca habían sido miradas en verdad.

Y entonces, que mejor que aprovechar las condiciones favorables que se nos brindaban: la compañía elegida, la disponibilidad de tiempo, la ansiedad por disfrutar un domingo diferente, un equipo de mate siempre listo para la oportunidad y la cámara para registrar aquellos momentos que seguramente serán parte de nuestra riqueza personal y que vamos a compartir con ustedes.

Y entonces, un domingo de otoño, en el marco de una inesperada pandemia y en cercanías de nuestra casa, decidimos visitar dos lugares emblemáticos y llenos de historia.

 

          

Primera parada: “Iglesia San Eustaquio de Aristizabal”

Se trata de una popular iglesia conocida como la capilla de la Estancia La Micaela. El camino para llegar es de fácil acceso, ya que se encuentra a la vera de la RN 2 en el km 350 aproximadamente. Cercana al pueblo de Vivoratá, rumbo a la ciudad de Mar del Plata.

Al llegar no deja de impactar la tremenda construcción antigua y la dimensión de su arquitectura, que aún conserva un inmenso reloj. Pero más tarde, atravesando ya sus pocos escalones para el ingreso, la sensación es escalofriante. Paredes con inmensas extensiones de musgo, grandes trozos de mampostería dispersos por el suelo, un techo a cielo abierto resultado del paso del tiempo, las consecuencias de temporales y el hospedaje de cientos de palomas que buscan albergue. Aun así, los restos de los impactantes vitro,  dejan atravesar algún rayo de sol para aportar un mínimo de calidez a lo tétrico del lugar.

   

Cuentan que la estancia fue comprada para el desarrollo de la actividad ganadera por Eustaquio Aristizabal en 1895, quien la bautiza con el nombre de La Micaela en honor a su esposa Micaela Ugalde. Años más tarde y tras el fallecimiento de su esposo, Micaela Ugalde de Aristizabal, de ferviente vocación religiosa,  construye esta iglesia en homenaje a su esposo y que hoy lleva su nombre.

     

Su inauguración se llevó a cabo el 5 de marzo de 1911, y además de las misas, se brindaba educación para los pobladores de la zona.

Tras el fallecimiento de Micaela Ugalde viuda de Aristizabal, la iglesia resulta ser la primera morada. Ya que desconociendo que la construcción se encontraba en terrenos muy bajos e inundables, luego sus restos debieron ser trasladados al cementerio de Corenel Vidal.

Leyendas urbanas cuentan que la estancia fue adquirida y posteriormente vendida por Adrián Suar con la finalidad de ser usada en alguna producción cinematográfica.

 

 Última parada: “Esquina de Argúas”

Se trata de una de las pulperías más antigua del país, que comenzó a funcionar en el año 1817, y una de las pocas que aún siguen de pie en nuestra provincia.

Emplazada en medio de la serenidad, la Esquina de Argúas, conserva su construcción de adobe, sus características originales de época con aspecto de rancho, el mostrador que ha sabido sostener el intercambio de mercadería para abastecimiento de la zona y las rejas que resguardan la mercancía.

Hoy la pulpería está atendida por Don Villarino, quien con sus jóvenes 80 años nos recibió de manera muy amable. Y así recibe a todos los visitantes que se arriman en busca de insumos,  a beber una copita de algún aperitivo, a jugar algún partidito de truco o, a disfrutar, entorno mediante,  de un asadito que con previo aviso, Generoso Villarino con gusto les preparará.

 

Ubicada en el Partido de Mar Chiquita y emplazada en el establecimiento rural Tierra Fiel, propiedad de la familia Saubidet,  podrás llegar por caminos rurales desde la  RN 2 o desde la RP 11.

Nuestro consejo: no podés perderte esta joya que forma parte de nuestro patrimonio cultural